Fuente: CIIE-UPAEP. Elaboración propia con datos de INEGI.
Los últimos datos del INEGI sobre el PIB en México muestran un escenario poco alentador a pesar del insistente discurso oficial que ve signos de recuperación desde al menos hace un mes (ver aquí). Durante el 2o trimestre de 2009 se observan caídas anualizadas en los diferentes sectores que componen la economía.
Las gráficas muestran que solo dos sectores han experimentado un crecimiento: Servicios de Salud y de Asistencia Social (4.1%) y Actividades del Gobierno que reporta el incremento más alto con el 6%. Hay otros sectores con estancamientos claros como la Agricultura, Ganadería, Aprovechamiento Forestal, Pesca y Caza (1.1%), Minería (0.6%) y en menor medida la información en medios masivos (2.5%).
Desafortanadamente, las caídas más pronunciadas se dan en el sector industrial destacando: Industria de la Madera (-19.5%), Fabricación de Productos Metálicos (-19.9%), Comercio (-20.9%) donde se concentra buena parte del empleo, Fabricación de Equipo de Computación (-23.7%), Industrias Metálicas Básicas (-25.1%), Fabricación de Maquinaria y Equipo (-26.7%) y la Fabricación de Equipo de Transporte que registra la caída más grande con -44.5 por ciento.
Adicionalmente, se observa que el PIB, los impuestos a productos netos y el valor agregado bruto a precios básicos disminuyeron -10.25% en el segundo trimestre del año--este dramático escenario en torno al PIB ya había sido prevista por nuestro colega Gerardo Esquivel (ver aqui).
La pregunta ahora es: ¿qué va a hacer el gobierno (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) para enfrentar el problema de decrecimiento económico que se ha combinado ahora con un boquete en el presupuesto público y una reducción en las participaciones a los municipios?.
Para responder a esta crisis ya se habla de una reforma fiscal y de la contratación de mayor endeudamiento por parte del gobierno. Algunos presidentes municipales del estado de Puebla ya han comenzado a levantar la mano para pedir la autorización al Congreso para endeudarse. Sin embargo, el subsecretario de Ingresos, Juan Alberto Armendáriz, plantea que ésta no es la alternativa y pide que incrementen su recaudación (ver acá)
Cada día crece la posibilidad de que el gobierno recurra a impuestos sobre un conjunto de bienes inelásticos (es decir cuyo aumento de precio no reduce considerablemente la cantidad demandada) tales como juegos de azar con apuesta, las medicinas, los alimentos y la gasolina. Aunque se dice también que el gobierno debe reducir su gasto corriente (en los tres poderes y a todos los niveles), la realidad es que no se vislumbra una intención clara de hacerlo. ¿Hasta dónde llegará el asunto?.
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