El Jueves pasado el INEGI puso en circulación los resultados de la ENIGH 2008 (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares) (ver aqui). Este instrumento es una de las principales fuentes de información para el desarrollo de análisis, evaluaciones y estudios prospectivos en materia económica. Constituye un "retrato" de la situación de ingresos, gastos, hábitos de consumo de una muestra representativa a nivel nacional. Con los datos de la ENIGH el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación, ver acá) organismo encargado de evaluar las acciones y programas del gobierno federal en materia social ha realizado un diagnóstico de la situación de pobreza en el año de 2008 en relación a otros años. De dicho análisis (ver aquí) se puede rescatar lo siguiente:
* En 2008 19.5 millones eran pobres alimentarios, es decir, quienes tienen ingresos insuficientes para adquirir una canasta básica de alimentos, incluso si los destinaran exclusivamente para ese fin. De los pobres alimentarios en 2008, 7.2 millones habitaban en zonas urbanas (localidades de 15,000 o más habitantes), mientras que 12.2 millones residían en el área rural.
* Entre 2006 y 2008 aumentó la incidencia de la pobreza de patrimonio la cual pasó de 42.6% a 47.4%; a su vez, la incidencia de la pobreza alimentaria aumentó de 13.8% a 18.2%. En términos absolutos, el incremento fue de 5.9 y 5.1 millones de personas, al pasar de 44.7 a 50.6 millones de personas y de 14.4 a 19.5 millones de personas, respectivamente.
En la siguiente gráfica tomada de CONEVAL (si no alcanzas a ver los números haz click en la imagen) se puede apreciar la dinámica de la pobreza por ingresos de 1992 a 2008. Llama la atención que la tendencia a la baja de 1996 a 2006 tuvo un repunte para 2008 tal cual lo aprecia el reporte de CONEVAL del cual se extraen los anteriores incisos. Este repunte prácticamente nos deja en la misma posición que se tenía en 2004.
El incremento de la pobreza es atribuido por las autoridades sociales al aumento de los precios de alimentos a nivel mundial a raíz de la crisis económica (Ernesto Cordero Arroyo, titular de SEDESOL, ver aqui) y al entorno económico adverso. Algunos arquitectos de la política social van más allá e incluso consideran que este es un problema de coyuntura, por definición transitorio (ver aquí). Aunque esto pudiera ser cierto, lo que dudamos fuertemente, se debe considerar que de 2006 a 2008 la economía mexicana fue incapaz de mejorar los ingresos para un amplio sector de la población del país por la cantidad de empleos perdidos, la disminución de remesas del extranjero y porque el sector informal ya no fué capaz de absorber a más desempleados como lo venía haciendo en otros años. Al incrementar los precios y al mismo tiempo reducir los ingresos el resultado es el incremento en el número de pobres que observamos.
La situacíon resulta más dramática si se considera que existe una cantidad importante de personas que no son pobres pero podrían serlo al retirarles las transferencias y subsidios que les otorgan diversos programas sociales (OPORTUNIDADES, LICONSA, SEGURO POPULAR, etc). Adicionalmente la condición de pobreza que se detecta para 2008 hace cuestionar la aplicación de IVA a medicinas y alimentos con la intención de frenar el déficit que se está generando en el gasto público. En un post futuro abundaremos sobre el tema.
Para saber más sobre el tema de pobreza ver aquí
Comentarios
Existen argumentos en cuanto que las condiciones y características geográficas entre otras, limitan el desarrollo de economías de escala en el sector que incrementen su productividad y la lleven a la rentabilidad, pero entonces por qué instituciones como el Fondo Monetario Internacional, sugieren incrementar la inversión en el sector (http://www.cnnexpansion.com/economia/2009/04/24/organismos-alertan-por-mas-pobreza, de hecho hay documentos de investigación que espero compartir con ustedes más adelante), ¿no la tecnología ayuda a superar las limitaciones argumentadas? Desafortunadamente, la inversión en educación y tecnología tampoco es sufuciente y menos con tantos recortes presupuestales.