Muchos son los escépticos ante la posibilidad de una crisis en W en los Estados Unidos. Sin embargo el debate se abre a partir del pésimo desempeño de la economía de EU. La llegada de Obama a la presidencia de EU, trajo consigo una redefinición del papel del estado. O al menos intentó ser eso. Al observar que los mercados por sí solos no respondían para generar el cremiento y el empleo en EU, se establecieron una serie de medidas tales como el apoyo al sector automotriz (el cash for clunks) o el apoyo al sector inmobiliario mediante susbsidios para la compra de la primera casa (se otorgaba algo así como $8,000 dólares). Paralelamente, se generó una reformó "light" el sistema de salud, a fin de abaratar los costos que los americanos enfrentan, y se intentó establecer una regulación más rígida a los mercados financieros, a fin de evitar la opacidad y manejos ventajosos que ocasionaron la crisis de 2008.
La estrategia, estuvo acompañada por una tasa de interés de referencia cercana a cero para motivar la compra de bienes durables a pesar de que no existieran los apoyos. A la par y pese a su lógica pro mercado, se comenzaron a reforzar medidas proteccionistas, con la finalidad de proteger el desarrollo de los productores estadounidenses.
Bajo la óptica del sector conservador americano, los apoyos de Obama han provocado un enorme déficit público, que solo podrá enfrentarse con alzas en los impuestos de los ciudadanos. Este argumento, presionó a la suspensión de la intervención gubernamental, pese a las críticas de economistas como Krugman o Stiglitz (ambos premios Nobel). Se esperaba que después del "electroshock" que suministró el gobierno, la economía americana reaccionara por sí sola. Sin embargo, se observa que sin el apoyo gubernamental el mercado interno por sí solo no puede crecer, al menos con las condiciones actuales.
Bajo la óptica del sector conservador americano, los apoyos de Obama han provocado un enorme déficit público, que solo podrá enfrentarse con alzas en los impuestos de los ciudadanos. Este argumento, presionó a la suspensión de la intervención gubernamental, pese a las críticas de economistas como Krugman o Stiglitz (ambos premios Nobel). Se esperaba que después del "electroshock" que suministró el gobierno, la economía americana reaccionara por sí sola. Sin embargo, se observa que sin el apoyo gubernamental el mercado interno por sí solo no puede crecer, al menos con las condiciones actuales.
Pese a tener una tasa de interés de referencia, prácticamente igual a cero, no se generan ni la inversión, ni las compras internas suficientes para un adecuado crecimiento de la economía de EU. Por ende, en el mercado laboral nuevamente crece el desempleo. A pesar de que ahora se asume un mayor control el sector financiero, en la práctica las compañías continúan operando de la misma manera y no se percibe una iniciativa seria a nivel mundial para fijar controles financieros.
Aunque puede sonar drástico, existen los elementos para pensar que la economía americana va directo a una nueva recesión.
¿Qué tiene que ver todo esto con México?.
En primer lugar, basta recordar el grado de integración de nuestra economía con la de EU, en particular, el sector exportador.
En segundo lugar, nuevamente se aprecia un discurso triunfalista en las autoridades económicas en México (i.e., se habla de la creación de 500,000 empleos, del repunte del PIB, una expectativa de crecimiento del 4%). Aunque en recientes fechas el Secretario de Hacieda tuvo que ajustar la expectativa al 3.8%, se debería considerar un expectativa más realista (¡lean a Gerado Esquivel!, ver acá).
En tercer lugar, de 2008 a 2010 (ya sin influenza), no se ha logrado el crecimiento del mercado interno y sectores que comenzaban a despuntar como la construcción, se están contrayendo. Paralelamente, a raíz de las catástrofes en Europa, el precio de los granos (trigo, principalmente) comenzará a subir, trayendo consigo un fuerte impacto para la economía mexicana, en particular, un proceso inflacionario.
También se percibe el fenómeno económico conocido como "trampa de liquidez", donde a pesar de que las tasas nominales son cercanas a cero, las tasas reales son superiores.
Finalmente, todo parece indicar que el Banco de México espera fuertes ataques especulativos contra el peso, tal cual lo desmuestra la acumulación de reservas a lo "chino".
Como muestra de los posibles efectos en cambios de la tasa de crecimiento de EU en México, se presenta en la gráfica 1, la relación entre las tasas de crecimiento del PIB en estos dos países.
Gráfica 1
Fuente: Elaboración propia. CIIE-UPAEP, con datos de INEGI y US Census Bureau
Lo primero que se observa es la sincronía entre las dos economías: cuando EU tiende a una recesión, esta llega a México con un pequeño "lag", salvo el caso de 1994. Por otro lado las caídas son más pronunciadas para el caso mexicano y desafortunadamente las tasas de recuperación son menores (con excepción del caso de 1997 y el del segundo trimestre de 2010).
Al respecto cabe destacar algunas consideraciones:
1) En teoría, la economía mexicana debería crecer a una tasa mayor que la americana, debido a que somos una economía más pequeña y cada incremento en niveles, se debería traducir en un mayor incremento porcentual.
2) Las caídas en EU nos afectan considerablemente, no así las expansiones
3) La economía de EU empieza a contraerse, lo cual implica que la economía mexicana experimentará en el 3er trimestre una contracción.
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