Con el incremento de incertidumbre generado por la posible (prácticamente inminente) crisis de pagos que enfrentará Grecia, es imprescindible entender las razones que motivan una crisis. En ese sentido, recomiendo ampliamente el trabajo de Goldstein y Razin(2011), del cual hago en el siguiente post un pequeño resumen.
Una característica del sector bancario es su fragilidad ocasionada por el proceso diacrónico de la madurez de sus activos y obligaciones. En particular, los bancos financian inversiones de largo plazo con depósitos de corto plazo. Por ello el principal problema en riesgo son los denominados "pánicos" , es decir, que un volumen grande de clientes demande su dinero en el corto plazo. Si este es el caso, los bancos deben liquidar de forma anticipada sus inversiones de largo plazo, asumiendo pérdidas. Si la demanda de depósitos por parte de los depositarios es lo suficientemente grande, es posible una quiebra bancaria.
Un primer modelo que explica estas corridas bancarias es el de Diamond y Dybvig (1983) el cual mediante un juego de tres etapas, asume como motor del pánico la "impaciencia" que pueden tener las personas y un parámetro que caracteriza el "estado de la economía". La primer idea es que se tiene un instrumento de deuda que compran personas "pacientes" e "impacientes" y el cual ofrece un solo banco. El resultado de este primer modelo, es que mientras existan personas "pacientes", es posible que no se genere un pánico. Esto ocurre porque se trasladan riesgos utilizando la transformación de la madurez de la deuda. Así, las personas "pacientes" transfieren riqueza a las "impacientes" y esto permite que el sistema financiero sea estable. Este equilibrio se denomina equilibrio en autarquía y es un segundo mejor porque no genera tantas ganancias como el equilibrio en el que ningún agente retira su dinero. Este último equilibrio se identifica como el equilibrio ideal (óptimo de pareto o pareto superior), al cual deberían de aspirar todos los agentes económicos.
En un segundo modelo, se permite la libre entrada de bancos y el resultado es más o menos similar al del modelo anterior, cuando solamente las personas "impacientes" demandan un retiro. Sin embargo, mientras mayor sea la utilidad de retirar temprano (en el primer período del juego) los bancos se encuentran más vulnerables a la aparición de un pánico. Precisamente esta utilidad de un pronto retiro puede motivar a que todos los individuos ("pacientes" e "impacientes") quieren retirar su dinero. Si esto ocurre, se genera un peor equilibrio que el de autarquía. Por peor equilibrio se entiende un equilibrio con menores pagos. La entrada de bancos puede generar un pánico. Valdría la pena preguntar ¿por qué podría ser más útil retirar antes el dinero?. Existen varias respuestas a esta pregunta pero en términos del modelo se toma muy en cuenta la expectativa de la economía. Si esta es mala, el pago que reciben los agentes por un retiro temprano es mayor a que si esperan la madurez del instrumento de deuda.
Goldstein y Pauzner (2005) tienen una extensión del modelo de Diamond y Dybvig (1983) donde se incluyen ciertas condiciones bajo las cuales se genera un único equilibrio. En este caso, si existe conocimiento común (todos los agentes conocen la misma información en todos los momentos del juego) en relación al "estado de la economía", el equilibrio depende del lugar en el que precisamente se ubica el "estado de la economía", estableciéndose tres umbrales (ver figura 1).
Figura 1
En esta figura se observa que el pánico se verifica con toda seguridad, cuando existe un comportamiento deficiente de la economía (la letra griega theta). También se observa claramente que para ciertos valores de la economía, con toda seguridad no se verifica un pánico. Existe una zona en la cual se verifican los dos equilibrios (autaraquía y pareto superior)
Una cuestión importante con este modelo, es que asume la existencia de conocimiento común. Sin embargo, al introducir "ruido" en relación a la información del estado de la economía (ie. cada individuo tiene una parte de información verdadera y otra falsa) el modelo dramáticamente genera otras predicciones incluso cuando existe poco ruido (ver figura 2).
Figura 2
Ahora, se percibe una región donde puede ocurrir un pánico por la simple tergiversación de la información (Panic-Based Bank Run) y otra generada por información real (Fundamental Based Bank Run). Lo anterior implica que las personas podrían decidir pedir su dinero al banco incluso cuando no se verifica un problema en la economía. Dicho de otra manera, la simple expectativa de que las "cosas están mal" genera el pánico. La cuestión es que la información de cada agente es contingente a la información agregada lo que provoca un proceso de retroalimentación positiva: mientras más personas crean que existen un pánico es más probable que el pánico se genere.
Un modelo de esta naturaleza no permite entender que la situación en Grecia solamente tiene una salida: Alemania decide comprar la deuda de Grecia asumiéndose como un agente"paciente" que transfiere riqueza a los agentes "impacientes" dueños de la deuda de Grecia (en otras palabras los alemanes le estará transfiriendo recursos a los tenedores de deuda entre los que casualmente se encuentran los franceses). Con ello, la Merkel esperaba frenar la expectativa de las "cosas estaban mal" con Grecia y evitar el pánico. Sin embargo, esta promesa no es creíble tal cual lo muestra el que las personas han decido correr hacia la compra de bonos del tesoro americano y apreciar el dólar por encima de todas las monedas del mundo (en este caso Carstens tiene razón: de nada sirve que el Banco de México intervenga en el tipo de cambio porque como en 2008 el problema tiene una causa exógena). Conclusión: a pesar de los esfuerzos de Alemania, por la simple expectativa de las personas la probabilidad de que Grecia caiga en default es muy alta (casi un hecho). Para los amigos de Relaciones Internacionales: ¿Hasta dónde esta situación puede afectar políticamente la relación Alemania-Francia?
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