La Academia de Ciencias Sueca ha decidido que el Nobel en Economía le corresponde a Thomas Sargent y a Cristopher Sims. Thomson Reuters no los había contemplado en sus pronósticos (ver acá); sin embargo, a mi entender la definición hacia ambos investigadores es un mensaje hacia los gobiernos en relación a como deben diseñar políticas económicas en los tiempos actuales. Veamos por qué.
Thomas Sargent estudia principalmente temas de macroeconomía (particularmente teoría monetaria y econometría de series de tiempo). Junto con Robert Lucas han desarrollado la teoría de "expectativas racionales" en la cual se plantea que las autoridades no pueden incidir sistemáticamente en la economía debido a que las personas anticipan los movimientos de las autoridades y actúan de forma estratégica. En otras palabras, cada agente económico es capaz de generar un pronóstico sobre el comportameinto de la economía encarnada por un conjunto de variables relevantes (ie. tasa de interés, tipo de cambio, inflación).
Dicho pronóstico, no será equivocado si solamente se generan "errores aleatorios" en el sistema económico. Una forma muy sencilla de modelar esta idea es permitir que los agentes económicos asuman como válidas las predicciones del propio modelo (i.e., si se tiene un modelo de muchos períodos, permitir que la expectativa sea la del período inmediato anterior). La idea de que las expectativas de los agentes económicos son importantes es una muy buena contribución; la cuestión que ha generado controversias es la forma en cómo se modela. Quizá las principales críticas surgen de tres cuestiones: 1) ¿Cómo es posible que individuos de carne y hueso estimen correctamente el comportamiento de la economía?; 2) Matemáticamente los agentes pueden estar equivocados en lo individual, pero en el agregado es posible generar una expectativa correcta, ya que el modelo utiliza como "expectativa correcta" el promedio, 3) De lo anterior, se observa que aunque no se puede pronosticar el futuro, se asume que los agentes económicos no se equivocan sistemáticamente y son capaces de utilizar toda la información relevante para generar sus expectativas.
Pese a lo controversial de la modelación, lo provocador del argumento es que propone un método para conocer la causalidad de los fenómenos económicos ("qué causa qué"), así, las decisiones de un sindicato en relación al aumento salarial, se encuentran influídas por la inflación y el salario que perciben en un momento del tiempo, así como un pronóstico de la tasa de inflación futura. Una vez que se realiza la negociación, es probable que los acuerdos de todas las empresas y todos los sindicatos en un país redefinan el nivel inflacionario. La pregunta entonces es: ¿el nivel inflacionario define el salario o bien, la negociación salarial es la que determina el nivel de inflación futuro?. Sargent propone responder esta pregunta utilizando un modelo matemático que contempla datos históricos y en el que se contempla la existencia de expectativas como el elemento que impulsa cambios en variables.
El impacto de esta idea puede verse en algunos de los estudios sistemáticos que realiza el Banco de México, en particular, con la "Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado" (ver acá). En mi humilde opinión falta extender esta heramienta para capturar la opinión de los individuos "de a pié" quienes son los que realmente toman las decisiones.
¿Qué es lo que hizo Sims para recibir el Nobel?
De manera sencilla se puede decir que Sims fue capaz de proponer un método para clasificar los tipos de shocks en shocks fundamentales y aquellos que son consecuencia de un shock previo. Los shocks fundamentales son aquellos que suceden de forma independiente al resto de shocks (i.e., los movimientos en la tasa de interés de un banco central). Adicionalmente, Sims propone dos conceptos económicos interesantes: 1) la teoría fiscal del nivel de precios y ; 2) racionalidad descuidada (ver acá)
En el primer concepto, se asume que la política fiscal del gobierno es capaz de afectar el nivel de precios (la propuesta heterodoxa es que la única variable con esta capacidad es el movimiento de la masa monetaria). Esto implica que para que se controle la inflación de forma existosa en un país, es imprescindible que las finanzas públicas sean sanas lo cual implica que no debe existir un déficit estructural.
Por otro lado, el concepto de racionalidad descuidada implica que los individuos tienen una restricción en su habilidad para adquirir y procesar la información, lo cual constituye claramente una crítica a la teoría de expectativas racionales de Sargent y es una derivación del concepto de racionalidad limitada.
La racionalidad descuidada, se modela asumiendo agentes con una función de probabilidad sobre el verdadero estado de la naturaleza, en lugar de conocer con certeza el verdadero estado de la naturaleza. Esto explica porqué Sims utiliza técnicas de estadística Bayesiana (para determinar la distribución de probabilidad de la información de los agentes) y por qué siente simpatía por el trabajo de Shannon.
Lo interesante de los trabajos de Sims y Sargent, es que que en conjunto aportan elementos para saber que tipo de decisiones se deben tomar en materia económica, contemplando decisiones que deben tomarse en el corto plazo derivadas de movimientos súbitos (e.g., aumento en el precio de comodities), así como decisiones de largo plazo (e.g., políticas de austeridad, recortes en prestaciones laborales). En ambos tipos de decisiones existen procesos de retroalimentación positiva generados por las expectativas de las personas.
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